La incursión de Florencia (la amiga de Silvia) en nuestra pareja, lejos de crear un problema, la fortaleció. La preocupación que Silvia tenía, porque cada sesión de sexo la agotaban, y se lo atribuía a la edad, pude que la fuera olvidando. Para eso, recurrí a permanentes variantes. Aunque no acabábamos mas de dos veces (y a veces sólo una) en cada oportunidad que hacíamos el amor, nunca nos permitimos caer en la rutina. Sin un recorrido pre-establecido, lo hacíamos por la concha, la cola, oral e incluso, nos masturbábamos el uno al otro y nos hacíamos inmensamente feliz, con aquella modalidad. La masturbación, tanto de ella a mi, como yo a ella, nos permitió incorporar mas frecuentemente a nuestras niñas, a la cama matrimonial.
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Parte III: No Se Publicó
Parte IV: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-29155.html
Parte V: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-29196.html
Parte VI: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-29229.html
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