Llevo dos meses, pensando en lo que me ocurrió esa noche y aún me pongo muy "cachonda", desde esa noche he tenido otras experiencias pero ninguna como esa, pues se mezclo todo, miedo mucho miedo, como placer un placer que no he vuelto a conocer de esa forma.
Todo comenzó cuando conocí por chat a Mateo, un chico de 24 años, alto fuerte musculado y enseñándome su polla cada noche por la cam, era una polla grande gruesa en un cuerpo impresionante, aunque yo no me decidía, pues sería la primera vez, que me lo montara con un chico que me vería vestido de mujer, pues de hace un tiempo me gusta travestirme, soy un chico de 30 años, soltero, soy bajito mido 1,64 centímetros, peso 62 kilos, depilado, media melena, no soy amanerado, llevo discretamente mi vida y vivo solo.
Mis amantes hasta ese momento habían sido siempre como yo de lo mas convencionales, sin rarezas por ambas partes y siempre me había definido mas pasivo que activo, hoy ya siquiera me planteo ser activo, no es lo mío y esta historia terminó por marcarme y decidirme a la vez que conocerme aún mas.
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